León Najnudel y su sueño revolucionario
León Najnudel no fue solamente un técnico de básquet, que ganó títulos locales (LNB 1989, con Ferro), continentales (Sudamericano de Clubes 1982 y 1983, Ferro), y también en Europa (Copa del Rey 1983, con Zaragoza). Najnudel fue un apasionado, cuya creación de la Liga Nacional de Básquet lo puso como el revolucionario de este deporte, que a principios de 1980 tenia torneos por todas las provincias, pero sin ningún certamen que junte a todos. Por donde pasaron los mejores jugadores y entrenadores argentinos, donde se desarrollaron y dieron el salto de calidad a las mejores ligas del mundo.
Por ese corazón tan grande como una pelota de básquet con el que luchó hasta el final contra la leucemia que le habían detectado en noviembre de 1996 y falleció el 22 de abril de 1998. Por la pasión que ponía para hablar y enseñar todo lo que sabía del deporte que tanto amaba. Por su humor (“esto es como sacarse el Loto, pero al revés”, dijo de su enfermedad) y su gesto gruñón cuando algo no le gustaba. León fue y será el más querido y recordado en el básquet nacional.
Aunque se fue muy temprano y sin ver lo mejor de su obra, León dejó un legado, un certamen que sigue creciendo día a día. Pero no se fue del todo, su creación lo hace estar en todos lados, incluso está en la NBA : con cada bandeja de Manu Ginóbili, en cada rebote de Luis Scola, en cada volcada de Nocioni; está en Europa: en cada triple de Paolo Quinteros, en cada asistencia de Prigioni y está en su Liga Nacional: con cada triple de Leo Gutiérrez, de Juan Espil, de Pepe Sánchez y está en todos los argentinos que triunfan alrededor del mundo en el deporte que más lo apasionó en su vida, el básquet.